Cuándo llevar a sus hijos a revisiones de ortodoncia
Hoy día estamos todos terriblemente ocupados, para los papás, el hecho de recoger a los niños del cole y llevarlos al ortodoncista no es una tarea pequeña. Para colmo, a veces estas citas son muy cortas y parece que no tienen importancia. Una de estas citas son las que llamamos “citas de seguimiento”. Suelen tener una duración de unos 15 minutos y a veces nos preguntamos para qué nos han hecho venir. Sin embargo, son tremendamente importantes, y os contamos por qué.
Una cita de revisión u observación son aquellas que realizamos sobre pacientes que aún no están preparados para llevar brackets o bien que ya han sido pacientes en fase temprana y están a la espera de la erupción de los dientes permanentes para poder finalizar el tratamiento. En estas revisiones, el ortodoncista puede necesitar alguna radiografía, para poder evaluar el desarrollo dental del niño y así poder prever el momento en que debe actuar e incluso si debe hacerlo. Hay diferentes factores que observamos cuando estudiamos el estado de la sonrisa de su hijo.
En primer lugar, si en el paciente se ha realizado ya una primera fase, comprobamos el estado de los retenedores, para evitar recaídas. Si los retenedores están cementados (pegados) sobre los dientes, a veces puede que se descemente por la masticación o por alguna otra manipulación, si el retenedor se cae o se pierde, los dientes se moverán y el resultado inicial puede verse comprometido. Se necesitan sólo unos minutos cementar de nuevo el retenedor, sin embargo, si los dientes han llegado a moverse se complica mucho la situación y a veces tenemos que pedir algún tipo de aparato nuevo e incluso colocar brackets.
Existe otro tipo de retenedores que utilizamos, los llamados mantenedores de espacio, estos se utilizan para mantener el espacio necesario para la erupción de los dientes permanentes tras la pérdida de los dientes de leche. En estas citas evaluaremos si necesitamos mantener o no este mantenedor de espacio y si se ha movido por algún motivo.
Otro de los aspectos que estudiamos en estas citas de observación es evaluar si los dientes de leche están evolucionando de la manera correcta y el grado de erupción de los dientes permanentes. Si los dientes de leche se van perdiendo según la secuencia correcta y en el momento apropiado ayudará a que los dientes permanentes erupcionen de manera correcta. Si percibimos que un diente de leche no se cae en el momento correcto, o percibimos que en una radiografía que el diente permanente no está posicionado de forma apropiada, es probable que le recomendemos acudir a su dentista para que le extraiga ese diente de leche. La evaluación del recambio, de la pérdida apropiada de los dientes de leche no toma mucho tiempo, pero si los ignoramos nos puede producir problemas de desarrollo dental e incluso nos puede añadir meses o años a la duración del tratamiento ortodóncico de estos pacientes.
Por último, coordinamos con los padres el momento en el que podemos comenzar la siguiente fase del tratamiento. Un tratamiento no debe comenzar hasta que un paciente está listo, esto puede significar esperar meses o incluso años. Si comenzamos demasiado pronto, su hijo o hija puede tener que llevar aparatos durante demasiado tiempo, y lo cierto es que lo ideal es que el tratamiento dure lo mínimo que puede durar, para los niños el llevar un aparato en la boca durante muchos años puede resultar algo engorroso, además de que implica un esfuerzo en cuanto a higiene y disciplina, por tanto, el tratamiento debe empezar en el momento apropiado y terminar en el momento preciso.
El hecho de hacer un seguimiento del desarrollo dental de su hijo le ayudará a que reciba los cuidados que necesita exactamente en el momento en que lo necesita. Sin esas visitas, los tratamientos posteriores pueden durar más o ser más complejos de lo que hubieran sido en un principio. La próxima vez que acuda con su hijo a una cita de seguimiento, si tiene dudas sobre la utilidad, pregúntenos cuál es el motivo de las mismas y sobre la evolución de la dentición de su hijo. Y recuerde comenzar a visitar al ortodoncista a partir de los 6 años, es muy importante prevenir y conducir el desarrollo dental para evitar tratamientos mucho más complejos posteriores.